Si estás leyendo esto, imagino que es porque la "Fidelización de Talento" es uno de los grandes retos a los que te enfrentas, te has enfrentado, o te da miedo enfrentar.
Eso ya es una buena señal, porque indica que te preocupa y estás empezando a ocuparte.
En la comunidad WeTribu, es uno de los temas que abordamos en conjunto y que queremos compartir para seguir aprendiendo.
Pero antes de entrar en faena, te hago una pregunta; para ti, ¿Qué es "TALENTO"?
¡No sigas leyendo!
Tómate 2 minutos para pensar tranquilamente y responder esta pregunta.
¿Lo tienes?
Según la RAE, talento significa:
Inteligencia (capacidad de entender).
Aptitud (capacidad para el desempeño de algo).
Persona inteligente o apta para una determinada ocupación.
Moneda de cuenta de los griegos y los romanos.
En el contexto empresarial, cuando hablamos de talento hacemos referencia al capital humano, a PERSONAS, seres humanos que aportan valor y hacen que la empresa funcione. Y brille.
Por ese motivo, cuando nos damos cuenta de esa valía, de esa suma de cualidades y capacidades (naturales o potenciales) que hacen especial, única y funcional nuestra empresa, y del riesgo que conlleva que esas personas puedan ser "captadas" por la "competencia", nos esforzamos por "retener talento".
(Retener, captar, competencia... Qué palabras curiosas para hablar de personas, ¿no?)
Podríamos decir mejor que, cuando descubrimos y valoramos el talento y actitud de las personas que forman nuestra empresa (construyen equipo, se comprometen, aportan lo mejor que tienen con confianza, inconformismo, entusiasmo, honestidad, motivación e ilusión) queremos tenerles a nuestro lado.
Y, para ello, necesitamos dedicar tiempo a conocerles, cuidarles, reconocer su valor, que se enamoren de la empresa y su trabajo, hacerles sentir parte del éxito y de los tropezones, del aprendizaje y recorrido de la empresa.
Necesitamos, sobre todo, empatía.
¿Qué necesitarías tú para sentirte valioso en tu empresa?
Aquí te dejamos algunas ideas:
Transmitir con claridad e ilusión la misión, valores y objetivos de la empresa, como marco de trabajo para remar en la misma dirección.
Tener una visión compartida y reflejar que estamos en una empresa con propósito.
Fomentar el sentido de pertenencia e inclusión, que los miembros del equipo se sientan satisfechos y orgullosos siendo parte.
Transparencia a todos los niveles de la organización. Tener un compromiso de apertura, comunicación y autenticidad genera confianza y optimiza el clima laboral.
Definir con claridad los roles, responsabilidades y objetivos de cada persona, motiva y contribuye a la eficiencia y el cumplimiento de metas.
Dar feedback continuo y mutuo. Generar espacios de escucha y puesta en común, ayuda a detectar dificultades y errores, identificar necesidades, aprender, y reconocer los logros y avances.
Establecer políticas de conciliación y flexibilidad horaria. Medidas que permitan a los trabajadores mejorar su calidad de vida (guarderías, primas de bienestar, días libres adicionales para formación o descansos por motivos de salud mental, etc.)
Seguridad e higiene laboral. Definir un conjunto de medidas y procesos que faciliten la prevención de riesgos, lesiones o enfermedades de los trabajadores o afecten a su bienestar.
Pocas jerarquías. Fomentar procesos participativos y colaborativos en la toma de decisiones (que producen un aumento del sentimiento de pertenencia y responsabilidad).
Atención a las necesidades individuales de cada persona. Conocer las circunstancias personales de nuestros trabajadores, ser empáticos y “tenerles en cuenta” favorece la conexión y lealtad.
Celebrar y reconocer públicamente el esfuerzo y los logros como equipo e individuales contribuye a tener equipos más motivados y con mayor rendimiento.
Promover y respetar que cada persona conecte con su talento y con lo que le gusta hacer, y se busque un equilibrio con las necesidades de la empresa.
Hacer un análisis comparativo de los salarios del sector, contar con una base salarial flexible, promover incentivos individuales...
Realizar evaluaciones del desempeño, con el fin de comprobar la productividad de cada trabajador y, contribuir al logro de sus objetivos y mejora de competencias que le permitan desarrollarse dentro de la empresa.
Plan de formación, y crecimiento personal y profesional. El crecimiento y la promoción interna son elementos motivadores, que se traducen en mayores responsabilidades o en el acceso a puestos más deseables.
¿Y tú? ¿Qué estrategias utilizas para cuidar y mantener contentas y comprometidas a las personas de tu equipo?
¡Te escuchamos!
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